Es un juego de prendas infantil donde se hace una mímica de tareas u oficios mientras se canta una canción que comienza con la estrofa «Antón, Antón, Antón Pirulero, cada cual atiende su juego...». Esta canción tiene muchas variantes, y está tomada de otra más antigua que según la tradición evoca un crimen granadino de mediados del siglo XIX en donde un tal Antón Pirulero (o Perulero) asesinó a su esposa y descuartizó el cuerpo. Esa misma leyenda existe en América, con algunas variantes.
"No sé porqué me vino a la cabeza aquel juego de pagar prendas que llamábamos Antón Pirulero. A él jugábamos 'chiquetes y chiquetas', por las tardes cuando hacía buen tiempo. (Juan Carlos Pérez Gómez)"